Por ese dinamismo fresco, que se desarrolla en el ámbito estadounidense,¿puede desarrollarse un movimiento como el Tea Party en un país como España?. Esa es la gran pregunta. No creo que haga falta recordar a comuneros o beamonteses, pero solo con el humanismo destilado de la sociedad católica de nuestro Siglo de oro, es suficiente simiente para sembrar un movimiento ciudadano similar, pero genuinamente español que defienda los principios innegociables en nuestra vida pública.
Lo positivo del te party es que ha sabido aprovechar la nueva sociedad de la información y sus redes sociales para poder organizar por todo el país, un movimiento basado en diferentes grupos defensores de los principios innegociables. Aquella mayoría social anónima y silenciosa, ha tomado la decisión de mostrar su fuerza, no ser un soporte pasivo de los candidatos republicanos, sino disponerse a conformar una tercera fuerza. Ese momento podría ser un hecho histórico dentro del sistema político norteamericano aferrado al bipartidismo. Un movimiento social ciudadano representativo de las tradiciones profundas de libertad, principios cristianos y subsidiariedad típicas de la sociedad de frontera norteamericana.
Nuestro país es una comunidad nacional histórica basada en una unidad espiritual, no étnica o lingüística única, forjada su fuerte personalidad durante siete siglos de dura lucha de Reconquista. Somos amantes de la libertad, representada en las cortes de León, de donde su ejemplo partió a Inglaterra, y de nuestras atávicas costumbres, convertidas en ley como fueros. Tenemos por tradición y carácter los elementos necesarios para ser una sociedad madura, responsable, defensora de principios básicos, como cuando la Escuela de Salamanca marcó en la defensa del indio: Vida, libertad y propiedad.
"Un movimiento ideológico en Estados Unidos comparable a lo que aquí sería la defensa de los principios innegociables. Vida, raices cristianas de Europa y España como única nación"
ResponderEliminarLa verdad es que la idea así vista por encima no parece mala; pero me resulta muy sospechosa la unión aparentemente amigable de católicos, protestantes y mormones. Por diversas razones; pero la principal porque los mormones por ejemplo cren que Jesucristo ya ha venido por segunda vez encarnado en un tal Smith.
Y los católicos pensamos que Jesucristo no se tiene que reencarnar más; sino que vendrá en su Gloria y todo el mundo lo verá. Y todas las naciones se postrarán ante Él.
Pienso que una tortilla con estos ingredientes no puede cuajar; a no ser que haya otro ingrediente que los una a todos; que es el deseo de poder. Y para ese trigo no nos hacen falta estas alforjas; ya tenemos al PP en el que caben los que creen en Jesucristo y los que no; los que están a favor del aborto y los que no; los que creen que España es una y los que creen que es una federación de estados...
Lo que más me gusta de España es que es muy diversa pero de forma natural. No como nos la han querido vender estos ignorantes nacionalistas de pacotilla.
Es diversa y compleja; y nos gusta meternos en la vida de los demás y a la vez somos capaces de respetar al otro hasta límites impensables. Por eso con el mismo ímpetu que discutimos los vecinos; también nos ayudamos.
Mi padre era mallorquin, mi madre aragonesa, mi tía murciana,una de las abuelas era vasca; mis hijos son extremeños...cuando nos juntamos somos España.
La persona que vaya a gobernar España tiene que entender que si intenta dividirnos, aunque al principio le pueda salir bien, al final será su ruina.
La persona que vaya a gobernarnos tiene que entender que no queremos que nos representen.
No queremos que secuestren nuestra voluntad.
No queremos que nos traten como a incultos democráticos porque se lo aseguro sabemos respetarnos.
Queremos que administren los impuestos, que todos entendemos que son necesarios para sacar un pais adelante.
Queremos que se nos pregunte y que no se tergiverse la verdad, ni que se interprete.
Queremos que no haya más impunidad para quienes se saltan la ley a la torera; o por encima, o ladeandola, o como sea.
Queremos que nuestros individuos más inteligentes, trabajadores, listos, sacrificados...puedan crecer y tener éxito. Y que los vividores, vagos, caraduras, tramposos no encuentren paz y tengan que cambiar.
No me fío en absoluto de la Europa actual enferma de la misma enfermedad que nuestros dirigentes españoles: ignorancia, soberbia...
Pero me fiaré del que esté dispuesto a remangarse y trabajar para sacar a España adelante.
De momento voto a Alternativa Española.
Adelante, teneis buenos principios.
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